domingo, 18 de octubre de 2015

Hora de reacciones decididas y no de eslóganes

“Unas Naciones Unidas fuertes. Un mundo mejor”. Así reza el slogan de las Naciones Unidas para celebrar su 70 aniversario. ¡Que necesario y que importante es que no quede solamente en unos buenos deseos y en una frase mas o menos ingeniosa de un publicista!.
Las Naciones Unidas nacieron oficialmente el 24 de octubre de 1945 después de que la mayoría de los 51 Estados miembros signatarios del documento fundacional de la Organización la ratificaran, convirtiéndose en la instrumentalización de un sistema de seguridad colectiva para el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales. En la actualidad, esta compuesta por 193 Estados.
En el Consejo de Seguridad de la ONU, los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y el Reino Unido) tienen derecho a veto. Si alguno de estos países vota contra una propuesta, la misma queda rechazada, aunque el resto de miembros haya votado a favor.
Esto lleva a que resoluciones allí aprobadas son boicoteadas por las grandes potencias que en muchísimos casos son partidarias de preferir la injusticia al desorden. Así se siguen manteniendo tiranos y luchas injustas por no poner en peligro intereses estratégicos y económicos de dichas potencias con derecho a veto, lo que hace de  la ONU una institución prácticamente inútil o muy poco eficiente por su falta de ecuanimidad y justicia.
No es solución el que de que de tanto en tanto, tenga lugar en la sede de las Naciones Unidas el desfile deslumbrante de los jefes de Estado y de gobierno que representan la multiplicidad  de las naciones inscritas a la organización y nos larguen unos discursos llenos de buenas intenciones, pero vacíos de resultados a corto y largo plazo en la mayoría de ocasiones.
En muchas de sus resoluciones la ONU da la sensación de ser un organismo que da legitimidad a las actuaciones de los países más poderosos para que continúen actuando impunemente a su antojo. Las necesaria función de las Naciones Unidas es convencer a sus Estados miembros a constituirse en una comunidad mundial próspera y feliz donde impere la justicia y la paz.
Muchas de las misiones de paz de la ONU han sido ferozmente criticadas por su inoperancia frente a situaciones de genocidio, como los acontecimientos que se desarrollaron en Ruanda en 1994 cuando grupos armados paraestatales masacraron a miles de personas, y lo hicieran frente a las narices de los soldados “pacificadores”, que observaron en primer plano como los ruandeses se despedazaban entre si, sin poder intervenir.
Visto lo comentado anteriormente y dadas las situaciones constantes y repetitivas de hambrunas, pobreza, países en guerra, violación constante de los derechos humanos, explotación de personas por mafias sin escrúpulos, etc…lleva a una pregunta inevitable….¿Para qué sirve la ONU?. La respuesta ante semejante panorama parece obvia……para nada!!!
Este 70 aniversario de las Naciones Unidas, es una buena oportunidad par hacer balance de sus logros y de sus carencias, para poder dar de una manera decidida respuesta a problemas actuales y futuros: los derechos humanos, el cambio climático, la crisis de los inmigrantes por motivos de guerra o de hambruna, la desaceleración de la economía del mundo, la pobreza, la desigualdad, el rostro “rapaz” del capitalismo, el conflicto en Siria, que se ha prolongado por más de cuatro años y va camino de perpetuarse por tiempo indefinido.
Confiamos en poder cambiar el mundo, basta con tomar conciencia y que este organismo actúe en conciencia y valentía contra tanta injusticia y tantos desalmados que tanto mal ocasionan a las personas y al planeta en su conjunto.
Es momento de acciones decididas y no de eslóganes.
Besos y saludos esperanzados…..
FERnando
PD: A pesar de sus errores y fracasos, normalmente debidos a la lentitud de sus reacciones ante crisis, la Organización ha evitado alguna que otra confrontación mundial.
“Aunque el sistema de la ONU no es perfecto, ni mucho menos, el mundo sería un lugar más pobre y caótico sin la organización”.
Joseph S. Nye, Jr. (profesor en Harvard)


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