En Nepal son miles de personas las que han quedado sepultadas para siempre tras dos seísmos de gran intensidad.
Ahora viene lo difícil…..ya no es noticia en los medios de comunicación al desaparecer de las primeras paginas de los periódicos y televisiones.
El hijo de mis queridos vecinos, que es bombero profesional, ha pasado de irse de vacaciones a Roma y se ha ido a Nepal a trabajar voluntariamente con otros colegas en la ayuda del necesitado pueblo nepalí.
Gracias Dani a ti y a todos los voluntarios y colaboradores internacionales que estáis trabajando para paliar en lo posible la desgracia y miseria ocasionada por los dos terremotos sufridos.
Gracias por vuestra generosidad y esfuerzo.
Escuche una frase de un superviviente que me gusto y que responde a la filosofía de vida oriental: “hemos perdido todo, pero hemos salvado la vida”
Besos y saludos apenados.
Namasté
FERnando
PD: os dejo unas laminas del viaje que tuve la fortuna de hacer a Nepal el 2008 en compañía de los amigos Javier y Raúl.
Historia de una
talla
Esta magnifica talla de
madera policromada con el sol y la luna, fue un valioso regalo que me hizo una
familia que vivía en una humilde casa muy cerca de la plaza Durbar en Katmandú.
En realidad fue un trueque a cambio de un dibujo mío.
Me encontraba
tranquilamente dibujando en lo alto de la escalinata de uno de los innumerables
templos de la plaza, desde donde podía disfrutar de este impresionante centro
repleto de palacios, mercados, vacas sagradas, niñas reencarnadas en diosas, santones
hinduistas llamados Saddhus, hombres
que descansan, conversan o dormitan tranquilamente sobre los escalones….etc.
Junto a mi se fue
arremolinando poco a poco un grupo de personas de lo mas variado observando
respetuosamente como las líneas del rotulador iban concretizando palacios,
casas y esbozos de personas sobre la libreta. Al cabo de unos cuantos dibujos,
una pareja de cierta edad, tras un delicado saludo, se decidió a ofertarme tan
generoso intercambio.
Yo les regalé el dibujo que
ellos querían sin mas, pero ellos insistieron en que les acompañara a su casa. (Todo
esto a base de gesto y alguna que otra palabra en ingles). La casa estaba
detrás de los palacios, junto a un variedad de tiendas de todo tipo de artículos.
Después de invitarme a
comer, me dieron a escoger entre unas figuras que decoraban el humilde salón.
No pude negarme a llevarme algo a cambio, pese a que a mi me pareció exagerado
su ofrecimiento. Les hubiera regalado encantado toda la libreta de dibujos por
tan maravillosa talla…..pero el acuerdo y el intercambio para ellos era
sagrado, al igual que su generosa comida y hospitalidad.
Me despedí inclinando la
cabeza ceremoniosamente y pronunciando “namasté”
(adiós) lo mas correcto que pude.
Me coloque la talla junto
la libreta de dibujos pegada al corazón y les di gracias infinitas!!!